Libro de Yashar
Primera Parte
Capítulo 8.
Avram nacido, Nimrod lo quiere matar
1 Y fue en la noche en que Avram nació, que
todos los sirvientes de Teraj, y todos los hombres sabios de Nimrod, y sus
magos vinieron y comieron y bebieron en la casa de Teraj, y ellos se
regocijaron con él esa noche.
2 Y cuando todos los hombres sabios y los
magos salieron de la casa de Teraj, ellos levantaron su mirada a los cielos
para ver las estrellas, y ellos vieron, y he aquí una grande estrella que venía
del este, y corría en los cielos, y se tragó a cuatro estrellas en los cuatro
lados de los cielos.
3 Y todos los hombres sabios y los magos
del rey estaban estupefactos con la visión, y los sabios entendieron este
asunto, y ellos conocían su importancia.
4 Y ellos se dijeron uno al otro: Esto sólo
se traduce al niño que ha nacido a Teraj esta noche, quien crecerá y será
fructífero y se multiplicará, y poseerá la tierra, él y sus hijos para siempre,
y él y su zera matarán grandes reyes, y heredarán sus tierras.
5 Y los hombres sabios y los magos fueron a
casa esa noche, y en la mañana todos esos hombres sabios y magos se levantaron
temprano, y se reunieron en una casa señalada.
6 Y ellos hablaron y se dijeron uno al
otro: He aquí la visión que vimos anoche está oculta al rey, no ha sido dada a
conocer por él.
7 Y si esto fuere conocido por el rey en
los días postreros, él nos dirá a nosotros: ¿Por qué han ocultado este asunto
de mí? Y después todos sufriremos la muerte; por lo tanto, vayamos ahora y
digamos al rey la visión que vimos, y su interpretación, y entonces
permaneceremos limpios.
8 Y ellos así lo hicieron, y todos ellos
fueron al rey y se inclinaron delante de él a tierra, y ellos dijeron: Que el
rey viva, que el rey viva.
9 Y nosotros oímos que un hijo fue nacido a
Teraj el hijo de Najor, el príncipe de tu ejército, y ayer por la noche
nosotros fuimos a su casa, comimos y bebimos y nos regocijamos con él esa
noche.
10 Y cuando tus sirvientes salieron de la
casa de Teraj para ir a sus casas respectivas y quedarnos allí por la noche,
nosotros levantamos nuestros ojos, y vimos una grande estrella viniendo del
este, y la misma estrella corría a gran velocidad, y se tragó cuatro grandes
estrellas que venían de los cuatro lados de los cielos .
11 Y tus sirvientes estaban estupefactos
con la visión que nosotros vimos, y grandemente aterrorizados, e hicimos juicio
sobre lo que vimos, y supimos por nuestra sabiduría y la correcta
interpretación de ello, que esto se refiere al niño que nació a Teraj, quien
crecerá y se multiplicará grandemente, y será poderoso, y matará a todos los
reyes de la tierra, y heredará sus tierras, él y su zera para siempre.
12
Y ahora nuestro señor rey, nosotros verdaderamente te hemos hecho conocer lo
que hemos visto referente a este niño.
13 Si le parece bueno a rey dar a su padre
valor por este niño, nosotros lo mataremos antes de que crezca y aumente en la
tierra, y su mal aumente contra nosotros, y nosotros y nuestros hijos
perezcamos por su mal.
14 Y el rey oyó sus palabras y parecieron
buenas a su vista, entonces él envió y llamó a Teraj, y Teraj vino delante del
rey.
15 Y el rey dijo a Teraj: Me ha sido dicho
que un hijo fue nacido a ti ayer por la noche, y después esta forma fue
observada en los cielos a su nacimiento.
16 Y ahora por tanto dame al niño para que
lo matemos antes de que su mal salte contra nosotros, y yo te daré por su valor
tu casa llena de plata y oro.
17 Y Teraj respondió al rey y dijo: Mi
señor y rey, yo he oído tus palabras, y tu sirviente hará todo lo que su rey
desee.
18 Pero mi señor y rey, yo te diré lo que
me sucedió a mí ayer por la noche, que yo pueda ver qué consejo el rey da a su
siervo, entonces yo responderé al rey sobre lo que él ha hablado; y el rey
dijo, habla.
19 Y Teraj dijo al rey: Ayon hijo de Mored
vino a mí ayer por la noche, diciendo:
20 Dame el gran y bello caballo que el rey
te dio, y yo te daré plata y oro, y paja y forraje por su valor; y yo le dije a
él: Espera a que yo vea al rey referente a tus palabras, y he aquí, lo que el
rey diga, yo haré. 21 Y ahora mi señor y rey, he aquí yo he hecho conocido esto
a ti, y el consejo que el rey de a su sirviente, eso seguiré.
22 Y el rey oyó las palabras de Teraj, y su
furia fue agitada y él lo consideró a la luz de un estúpido.
23 Y el rey respondió a Teraj, y le dijo a
él: ¿Eres tú tan tonto, ignorante y deficiente en entendimiento, de hacer esta
cosa, de dar tu bello caballo por plata y oro, aun por paja y forraje?
24 ¿Estás tú tan corto de plata y oro, que
harás esta cosa, porque no puedes obtener paja y forraje para alimentar a tu
caballo? ¿Y qué es plata y oro para ti, o paja y forraje, que has de regalar
ese buen caballo que yo te di, como tal no hay ninguno para ser encontrado en
toda la tierra?
25 Y el rey dejó de hablar, y Teraj respondió
al rey, diciendo: Como esto ha el rey hablado a su sirviente; 26 yo te suplico,
mi señor y rey, qué es esto que me dijiste a mí, diciendo: Dame tu hijo, que yo
pueda matarlo, y yo te daré plata y oro por su valor, y ¿qué haré yo con plata
y oro después de la muerte de mi hijo? ¿Quién me heredará? Ciertamente a mi
muerte la plata y el oro regresarán a mi rey quien lo dio. 27 Y cuando el rey
oyó las palabras de Teraj, y la parábola que él trajo referente al rey, lo
entristeció grandemente, y él estaba irritado con esta cosa, y su furia quemaba
dentro de él.
28 Y Teraj vio que la furia del rey fue
agitada contra él, y él respondió al rey, diciendo: Todo lo que yo tengo está
en el poder del rey; lo que el rey desee hacer a su sirviente, eso que él lo
haga, sí, aun mi hijo, él está en el poder del rey, sin valor a cambio, él y
sus dos hermanos que son mayores que él.
29 Y el rey dijo a Teraj: No, pero yo
compraré tu hijo menor por un precio.
30 Y Teraj respondió al rey, diciendo: Te
suplico mi señor y rey que dejes que tu sirviente hable una palabra delante de
ti, y que el rey oiga la palabra de su sirviente, que el rey me dé tres días de
tiempo hasta que yo considere este asunto dentro de mí, y consulte a mi familia
referente a las palabras del rey; y él presionó al rey grandemente para que
estuviera de acuerdo en esto.
31 Y el rey escuchó a Teraj, y él lo hizo y
le dio el tiempo de tres días, y Teraj salió de la presencia del rey, y él vino
a casa a su familia y habló a ellos todas las palabras del rey; y la gente
estaba grandemente temerosa.
32
Y fue el tercer día que el rey envió a Teraj, diciendo: Mándame a tu hijo por
un precio como yo hablé a ti; y si no lo hicieras, yo enviaré y mataré todo lo
que tienes en tu casa, para que no tengas ni un perro que quede.
33 Y Teraj se apresuró y tomó el hijo de
uno de sus sirvientes, cual su sirvienta le había dado a luz a él ese día, y
Teraj trajo el niño al rey y recibió valor por él.
34 Y יהוה estaba con
Teraj en este asunto, que Nimrod no causara la muerte de Avram, y el rey tomó
al niño de Teraj y con todo su poder estrelló su cabeza contra el suelo, y él
pensó que había sido Avram; y esto fue escondido de él desde ese día, y fue
olvidado por el rey, y fue la voluntad de la Providencia de no sufrir la muerte
de Avram.
35 Y Teraj tomó a Avram su hijo
secretamente, junto con su madre y nodriza, y los escondió en una cueva, y él
les trajo provisiones mensualmente.
36
Y יהוה estaba con Avram en la cueva, y él creció,
y Avram estuvo en la cueva 10 años, y el rey y sus príncipes, los adivinos y
sabios, pensaron que el rey había matado a Avram.
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